CULTURA
Prolífica cuna de la cultura y el arte mexicanos, Oaxaca es un paraíso en donde las formas, los colores y los aromas del México prehispánico se funden con la modernidad en cada aspecto de la vida cotidiana. Los bellos cántaros de barro negro, los textiles multicolor que salen de sus telares y los exóticos alebrijes que se conciben en la mente de su creador son sólo algunos ejemplos de la gran variedad de artesanías de calidad que en sus tierras se elaboran. La mágica concepción del mundo de nuestros antepasados y el catolicismo misionero del siglo XVI dan origen en Oaxaca a uno de los más aclamados espectáculos folclóricos de México y del mundo, la Guelaguetza, en donde los trajes típicos indígenas y las milenarias danzas folclóricas reproducen las costumbres, tradiciones y cosmogonía de los pueblos mexicanos de la región. Actualmente uno de los estados más fervientes de la religión católica, en Oaxaca se celebra con particular algarabía a numerosos santos y concepciones de la virgen María. Entre ellos destacan las fiestas de la milagrosa Virgen de Juquila, la morena Virgen de Guadalupe, la Virgen de la Soledad, el Santo Cristo de Tlacolula y Semana Santa, entre muchas otras.
La gastronomía oaxaqueña es famosa internacionalmente debido a la complejidad de muchos de sus platillos y a la selección de ingredientes que participan en la elaboración de moles, memelas, tamales y chapulines. Y es que los moles por ejemplo, varían en la variedad de chiles utilizados para su elaboración, además de una veintena de ingredientes que hacen de este, uno de los manjares más exquisitos de la gastronomía de México.Además, exóticos ingredientes se transforman en mestizos platillos que adornan las mejores cocinas de los restaurantes gourmet mexicanos como son los pequeños chapulines colorados y hormigas. No olvidemos también los famosos tamales oaxaqueños envueltos en hoja de plátano, las originales entomatadas y el fríjol negro de Oaxaca. Sin olvidarnos de la tradicional bebida oaxaqueña, el mezcal, “bebida de los dioses”. Actualmente ya con denominación de origen, esta bebida también la puede saborear con el toque característico que le da el gusanito frito que se encuentra en la raíz del maguey y en forma de crema de mezcal de piña, de coco, de nanche, de almendra o de café, entre muchos otros sabores.
La fértil tierra oaxaqueña es madre de grandes artistas y personajes de nuestra historia entre ellos Rufino Tamayo, afamado pintor y muralista del arte mexicano, reconocido internacionalmente como uno de los más grandes artistas de nuestro país; Alfredo Canseco Feraud, pintor del folclor de su tierra; Luis Zárate y Rodolfo Nieto, pintores. Además de ser cuna de dos de los más importantes dirigentes de México y ejes determinantes de la historia nacional, Don Benito Juárez, llamado el “Benemérito de las Américas” y el General Porfirio Díaz.
La gastronomía oaxaqueña es famosa internacionalmente debido a la complejidad de muchos de sus platillos y a la selección de ingredientes que participan en la elaboración de moles, memelas, tamales y chapulines. Y es que los moles por ejemplo, varían en la variedad de chiles utilizados para su elaboración, además de una veintena de ingredientes que hacen de este, uno de los manjares más exquisitos de la gastronomía de México.Además, exóticos ingredientes se transforman en mestizos platillos que adornan las mejores cocinas de los restaurantes gourmet mexicanos como son los pequeños chapulines colorados y hormigas. No olvidemos también los famosos tamales oaxaqueños envueltos en hoja de plátano, las originales entomatadas y el fríjol negro de Oaxaca. Sin olvidarnos de la tradicional bebida oaxaqueña, el mezcal, “bebida de los dioses”. Actualmente ya con denominación de origen, esta bebida también la puede saborear con el toque característico que le da el gusanito frito que se encuentra en la raíz del maguey y en forma de crema de mezcal de piña, de coco, de nanche, de almendra o de café, entre muchos otros sabores.
La fértil tierra oaxaqueña es madre de grandes artistas y personajes de nuestra historia entre ellos Rufino Tamayo, afamado pintor y muralista del arte mexicano, reconocido internacionalmente como uno de los más grandes artistas de nuestro país; Alfredo Canseco Feraud, pintor del folclor de su tierra; Luis Zárate y Rodolfo Nieto, pintores. Además de ser cuna de dos de los más importantes dirigentes de México y ejes determinantes de la historia nacional, Don Benito Juárez, llamado el “Benemérito de las Américas” y el General Porfirio Díaz.
COSTUMBRES
La Guelaguetza es la más importante fiesta que pueda tener el estado de Oaxaca, es una práctica de auxilio mutuo, La fiesta del Lunes del Cerro, se celebran los dos lunes siguientes al 16 de julio y constituyen un acontecimiento en el que participa todo el pueblo.
Es en las fiestas titulares de algunos pueblos donde las danzas prestan un sabor marcadamente típico a la afición indígena, siendo populares la danza de la Pluma, los Moros y la de Santiago, bailadas en cuadrillas
Jueves de los Compadres; tradición que nació hace tiempo en el barrio del marquesado, verificada el jueves de la primera semana de septuagésima, anterior al miércoles de ceniza, durante la cual se celebra al Señor de Santa María, en la que se acostumbra condimentar el mole oaxaqueño, para obsequio del vecindario.
Noches de Rábanos; Nadie sabe el origen de esta vieja tradicional costumbre, celebrada en la antevíspera de la navidad. El espectáculo que ofrecen los puestos de rábanos descomunales, cuya forma anormalmente irregular da la impresión de seres monstruosos; otros con el cuerpo rizado o con escamas, semejando sirenas, sujetos con cabellera de heno, con la lira al brazo

GASTRONOMIA
Para comer en Oaxaca, ni ganas se necesitan. Con la comida oaxaqueña, el gusto entra por ojos, nariz y garganta; pero si alguien no lo creyera, todo es cuestión de abrirle el apetito.Y para abrir el apetito que tal una copita de mezcal, y aquí que si el refrán aquel de "para todo mal, mezcal y para todo bien también" no es oaxaqueño debería serlo, a juzgar por la pulimenta que han alcanzado los artesanos de este agave sensacional. Mezcal aparte, un bocadillo que más vale apenas probar, para no quedarse sin los guisos fuertes de después. Chapulines doraditos, empanadas de amarillo, salsita de gusanos de maguey, totopos, quesillo, chorizo bien frito o memela con asiento. Mejor ahí le paramos porque si el comensal no se previene, es posible que entre tanta botana acabe botaneando sin poder comer más.
De la mesa regional y ya para entrar en calor, lo más probable es que el estómago sea estimulado con un buen caldo de guías de calabaza, espinazo hecho en tomate, mole en todas sus variedades: amarillo, coloradito, verde, almendrado y chichilo, incluyendo mole negro, que merece probada aparte. Además de los moles, imposible hacerle el feo al estofado o unos chiles rellenos y para completar unos tamales en hoja de plátano.Claro que ello no evita el que de pronto aparezcan por allí una sopa de ejotes con chepil, o de garbanzo y frijol tostado y molido, un caldillo de nopales, continuados con otros moles, tal vez el manchamantel o el coloradito.
De la mesa regional y ya para entrar en calor, lo más probable es que el estómago sea estimulado con un buen caldo de guías de calabaza, espinazo hecho en tomate, mole en todas sus variedades: amarillo, coloradito, verde, almendrado y chichilo, incluyendo mole negro, que merece probada aparte. Además de los moles, imposible hacerle el feo al estofado o unos chiles rellenos y para completar unos tamales en hoja de plátano.Claro que ello no evita el que de pronto aparezcan por allí una sopa de ejotes con chepil, o de garbanzo y frijol tostado y molido, un caldillo de nopales, continuados con otros moles, tal vez el manchamantel o el coloradito.
Con el chocolate, rigurosamente molido en metate, como debe ser, y agua o leche, queda un espumoso brebaje que puede ser ingerido frío o caliente.Hay también unas aguas de Casilda, que no son filtro de brujería para el amor, sino para quitar la sed, y que se hacen de horchata con tuna y nueces, de chía, de limón rallado, etc.Y si de postres se trata, aquí no hay pero que valga. Si la gloria está en los cielos, la repostería de Oaxaca es uno de sus anticipos. No en vano adquirieron gran refinamiento en los conventos.En el colmo de la gula, para acabar de demostrar la finura de sensibilidad, la delicadeza cultural del alma oaxaqueña, están las nieves vueltas sorbete o leche quemada con tuna.
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